Consideraciones sobre las palabras que usamos al hablarles a los niños...
Continuación, para ver la anterior, click aquí: El embrujo de las palabras. Parte 2
Mas
verbalizaciones con semillas de magia blanca y magia negra…

7.- TU RESPONASABILIDAD. Como decía en el punto pasado, ayuda a que los niños se
hagan responsables por sus actos cuando se los verbalizamos así, es muy
frecuente que le digamos al niño “ayúdame
a recoger tu cuarto”, por ejemplo, pero es lo contrario, el niño es quien
recibe la ayuda, y mejor aun, sería no evidenciarle que esta recibiendo ayuda,
tal vez se pueda decir “te acompaño”,
aunque en realidad si le ayudamos, esto para que el niño vea que lo hace solo porque
puede y debe hacerlo así, de esta manera cuando se vayan retirando las ayudas
el niño no lo irá notando ni lo extrañará. Otras formas de favorecer que el niño sea responsable, es que sencillamente responda por sus actos: derramaste = limpia (tal vez no lo haga bien, en realidad no es eso lo que perseguimos), tiraste=levanta, lastimaste=discúlpate, dañaste=repara....
8.- Chantaje Emocional y terror al abandono. Volviendo al punto de “respeta para que
te respeten”, de verdad tengo
sentimientos ambivalentes (tristeza, enojo) cuando escucho frases como “Aquí te quedas”, “te va a regañar el señor”,
“se va a enojar la señorita” (vendedores
de alguna tienda por ejemplo) “…”aquí
déjalo, aquí bájalo”, “ya no voy a jugar contigo” o más descarado aun “ya no te quiero”. En serio, ser niño no
es sinónimo de que los adultos tienen derecho a tratarlos así, en nuestros
trabajos no nos están amenazando verbal y literalmente con corrernos cada vez
que se requiere algo, bueno si ha de haber jefes así, lo cual a mi gusto, habla
de su salud emocional y de la salud emocional del que lo aguanta. O como te sentirías
que tu pareja cada que pueda te amenaza con abandonarte…a lo mejor eso explica
porque hay personas que no les incomodan este tipo de situaciones en su vida
adulta, por que nos acostumbramos a complacer para preservar el amor. El niño
espera lo mejor de nosotros, quienes lo debemos proteger y amar incondicionalmente, y en su
lugar los lanzamos al peligro y les retiramos nuestro amor según andemos de
ánimo.

Estas frases crean miedos, inseguridades, que recuerden son como
semillas que crecerán hasta la adultez, y entonces tanto de niños como de
adultos, cualquiera tiene derecho de pasar por encima de ellos, y no tienen el valor de hacer
cuestionamientos o proponer, hasta el “viene
viene” les ordena donde y como estacionarse. Igual que todos los puntos
anteriores, los niños si entienden, hay que darles más información y hacer uso de nuestro extenso vocabulario,
plantear la situación desde otra perspectiva, por ejemplo: Le pedí a Luciana
que recogiera unos juguetes, yo estaba lavando trastes, y me dijo “NO”, se lo
pedí dos veces mas y la misma respuesta, hasta ahí lo dejé, 3 peticiones, no le
dije más nada por que no podía dedicarle mi completa atención a la situación en
ese momento… cuando estaba a punto de terminar los trastes vino a pedirme que jugáramos
“tarjetas”, estuve a punto de decirle “no por que no recogiste”, pero me detuve
y le dije algo así como “si pero no podemos jugar por que están ahí los
juguetes tirados, cuando este recogido me dices y ya va a estar listo para que
podamos jugar” básicamente es lo mismo pero sin el factor “ardilla” (de ardida,
de vengancita) involucrado. O cuando no se quieren ir de una parte, en lugar de dejarlos, podemos ser creativos en ofrecerles algo atractiva, (mas no es recomendables estarles siempre comprando cosaso engañarles) o decirles "yo ya me voy yendo, date prisa". Los niños no son “chantajistas” el chantajista es
el adulto, el niño solo aprende rápido.