Hoy desde
temprano nos decidimos a salir a pasear y aprovechar dos eventos que se están
dando en nuestra amada ciudad, Tijuana... y como no aprovecharlos si la verdad
nos encanta la temática arte&cultura, y tratamos de que Luciana adquiera el
mismo gusto. Dichos eventos son La Expo Artesanal (CECUT) y La Feria del Libro (Plaza Río) Fuimos y me dije “no compraré nada” no cumplí, pero me moderé.
Como antes
les conté en el post de la salida al parque, Luciana ya está tomando mayor auto
control, sus experiencias mas la madurez en su lenguaje nos permite salir a
pasear de manera mas pacífica, les doy un ejemplo: anteriormente al entrar a algún
baño público (por ej. de un restaurant), salíamos de ahí peleadas por que yo me
ponía histérica con que no tocará nada, hoy eso no fue problema, ella misma al
entrar me recordaba “¿no toco nada máma?" (no, no es error ortográfico, así me
dice).
Bebiendo limonada y esperando su crema de vegetales |
Además en el
restaurant ya no quiere bajarse de la silla ni sonar los cubiertos en los
vasos, observo que verdaderamente comienza a disfrutar comer y platicar con
nosotros, y su diversión es sacar y volver a acomodar los sobres de azúcar.
Hemos
comenzado a trabajar con que sepa que NO es posible comprarle todo, hasta ahora
no ha habido berrinches al respecto, pero nunca le he negado algo al 100% siempre le compro algo aunque sea pequeño y
después cuando pide otra cosa le explico que no por que ya se le compró ese
algo pequeño, no se, tal vez cuando no traiga $ ni para algo pequeño me
enfrentaré a ese monstruo.
Como dije que
no gastaríamos, comenzamos comprándole una paleta de miel de abeja con limón
traída de Valle de Bravo, con un valor de tan solo $3 pesos. Obviamente ya
estando ahí no me resistí a no comprar un tarro de miel que se presume orgánica
y artesanal, hecha con jalea real, de hecho tiene la
consistencia de jalea real, está deliciosa y costó igual que lo que costaría comprar una miel comercial llena de azúcares refinados. $60 pesos ½ litro.
Avanzando por la feria encontramos (y compramos) unas lindas y artesanales sandalias con
un valor de $100 peses mexicanos, hechas en Guerrero. Luciana con ellas se ve
muy hippie y las amó, por supuesto que ahí estaba yo tratándole de explicar de
donde son, de que y como fueron hechas… creo firmemente que algo le irá quedando de
aprendizaje.
Entre la
muchedumbre estábamos sedientos, y me animé a darle una segunda oportunidad al Tejuino con nieve de limón de garrafa y ¿qué creen? éste si me gustó, no se parece a los que venden aquí en Tijuana y la nieve ¡No era verde! casi
reclamo diciendo “esto no puede ser nieve de limón”. Es broma. Nieve de limón
verde = a colorante, aunque sea de garrafa, lamento si alguien aun vivía
engañado.
Ya me iba, lo
juro, cuando vi un puesto de textiles, y como mi amada amiga Olivia me dijo que
en esa Expo ella había encontrado estambre de lana, pues me acerqué en su búsqueda. Solo se
veían objetos ya manufacturados (gorros, zapatitos, suéteres) pero yo nunca me quedo con la duda y pregunté “Oiga no trae bolas de estambre” la respuesta fue ¡Si! Los
sacó de lo mas recóndito de las pacas, no estaban en display; me explicó que lo traía para vender a
una mercería pero que ya no los encontró. Es 100% lana en sus colores naturales de
borregos de Guadalupe Yancuictlalpan, Edo de México.
La bola de 100gr. me fue vendida en $15 pesos mexicanos, en serio. Para que se den una idea de lo barato:
yo compré un gramaje similar de estambre sintético por $2.5 dlls +tax en
Michael’s (súmenle el viaje) y las bolas de verdadera lana que venden ahí comienzan
desde los $8 dlls+tax aprox. Así que este hallazgo fue invaluable para mí:
verdadera lana, hecha en México, en sus fibras y colores naturales, ahí me
terminé de alocar con las compras, que ya ni les diré cuanto compré. El tapete que
ya comencé a hacer para nuestra sala quedará simple, artesanal y orgánicamente hermoso.
Sobre la
feria del libro les cuento después, al cabo que estará durante toda la semana entrante, en
cambio mañana es el último día de la Expo Artesanal, no se la pierdan, hay
miles de cosas que me aguanté de comprar, incluyendo el comedor de mi sueños,
un baúl como juguetero para Luciana, mole oaxaqueño, quesos, ¡uff, de todo! y con precios justos.
Les dejo más fotos...